CHULETA DE CERDO A LA MOSTAZA
Si alguna vez alguien me pregunta cuál es mi canción favorita, la respuesta la tengo clara…cualquiera de Revolver, o lo que es lo mismo Carlos Goñi (único miembro fijo de la banda).
Corría el año 1998 (o eso creo) cuando mi padre (gran aficionado a la música) compró un cd que acababa de sacar el grupo Revolver. Un cd muy especial, ya que con el descubrí al grupo y a Carlos. El cd en cuestión es el Básico 2, y solo puedo decir que me encantaron todas y cada una de las canciones, tanto a mí como a mi hermano y mis padres. Tanto, que siempre sonaba alguna canción en casa o en el coche.
Llegó el verano y con él, las vacaciones. Como cada año, nos íbamos de camping a alguna parte de España, pero siempre sin tener nada planeado. Y en ese viaje viene el porqué de este plato.
Salimos de casa (en Tarragona) sabiendo que nuestro destino sería Asturias, pero obviamente teníamos que hacer noche en el camino, a mis padres siempre les ha gustado ir sin prisas. Durante todo el viaje (no sé cuantas horas fueron, pero fueron muchas) escuchamos ese cd de Revolver.
Después de toda la mañana de viaje, llegó la hora de comer, así que nos paramos en el área de servicio de Logroño. Estábamos tomándonos el postre cuando entró un grupo de gente entre los cuales había uno que nos sonaba mucho. Mi padre dijo…este es Carlos Goñi!! Al decirlo, lo reconocí al instante, pero como en aquella época era muy vergonzoso y sabía que mi padre se iría corriendo a hablar con él, empecé a decirle que no, que no era él. Llegó la hora de irnos, así que fui al baño antes de emprender de nuevo el viaje, cuando entra mi hermano corriendo diciendo que mi padre se había ido a hablar con esa gente, y que sí, que aquel hombre que nos sonaba era Carlos… que vergüenza me entró!! Yo creo que aún estoy rojo. Salgo del baño y me lo encuentro sentado en la mesa con él, hablando como si se conocieran de toda la vida. Estuvimos un rato charlando, donde quedó claro que llevábamos todo el viaje con sus canciones. Nos preguntó a dónde íbamos, y al decirle que íbamos a Asturias pero que esa noche nos quedaríamos por el camino, Carlos nos dijo que esa noche actuaban en Castro Urdiales, y que dos días mas tarde lo hacían en Gijón. Se apuntó el nombre de mi padre en su agenda, y nos dijo que o bien esa noche o al cabo de dos días en Gijón, estábamos invitados al concierto. Nos quedamos de piedra!
Salimos de ese restaurante pletóricos, y como nos daba igual dormir en un sitio que en otro, nos desviamos un poco para ir a Castro Urdiales y asistir al concierto de esa noche. No esperábamos que se acordase de lo de las invitaciones, pero por si acaso cuando llegamos a las taquillas, mi padre le preguntó si habían dejado algo a su nombre, y la chica nos dio un sobre con las cuatro entradas. Impresionante!
Han pasado los años, y sigo escuchando sus canciones, he asistido a algunos conciertos suyos, tanto con la banda como en un bar pequeñito con su guitarra y harmónica, pero ese fue el primer concierto de Revolver al que fui, y nunca lo olvidaré.
Y que tiene que ver este rollazo que os he metido con la receta de hoy? Pues muy sencillo…
Ese día en el restaurante, Carlos comió un entrecot a la mostaza. No sé porque, pero me fijé en ese detalle. Así que cuando hice esta salsa por primera vez me acordé de ese día, y hoy que la publico en el blog, me gustaría dedicarle esta receta a él.
No sé si leerá esto, pero quisiera agradecerle aquel gesto que tuvo en aquel restaurante de autopista en Logroño, donde charló con nosotros y nos invitó a uno de sus conciertos, haciendo de ese día, un día inolvidable. No tenías porque hacerlo y lo hiciste. Gracias.
Una vez vi un comentario en un foro que decía algo como que todo lo que decía o hacia Carlos no estaba bien, que no era perfecto, que no era Dios. Tenía razón…luego me enteré que era del Real Madrid…nadie es perfecto…jajaja Y tampoco es Dios, pero si de verdad Dios existe, me gustaría que aunque fuera un poquito, se pareciera a él.
Si alguien no conoce a Revolver, que oiga cualquiera de sus canciones y que escuche bien la letra. No le defraudará, al igual que esta estupenda salsa de mostaza.
Espero que os guste.
Ingredientes (2 personas)
2 chuletas de cerdo dobles
4 patatas
125 gr de mantequilla
Estragón
Aceite de oliva
Sal
Para el marinado
2 c/s de mostaza de Dijon
2 c/s de miel
1 c/s de salsa Worcestershire
1 c/s de salsa de soja
1 ajo
Aceite de oliva
Salsa de mostaza
2 ajos
½ cebolla
½ vaso de leche evaporada
1 pastilla de caldo de carne
2 cucharadas de mostaza a la antigua
Resto del marinado
Preparación:
Para el marinado
1 – Mezclamos todos los ingredientes en un bol, y añadimos las chuletas de cerdo impregnándolas bien. Dejamos macerar toda la noche.
Chuletas
1 – Ponemos la mantequilla en una sartén. Cuando esté fundida, añadimos las chuletas. Al ser gorditas, hay que ir bañándoles con la mantequilla con una cuchara. Vamos repitiendo esta operación hasta que esté la carne bien hecha. Tiene que quedar un poco rosita en el centro.
Salsa de mostaza
1 – En una sartén, sofreímos los ajos y la cebolla cortados muy finos. Cuando esté bien pochado, añadimos la leche evaporada, la pastilla de caldo de carne, el resto del marinado que ha quedado y las dos cucharadas de mostaza antigua. Cocinamos todo junto durante unos minutos y listo!
Montaje del plato
Ponemos las chuletas en el plato y las cubrimos con la salsa de mostaza. Podemos acompañar con unas patatas al horno (Se envuelven en papel de plata y se hornean unos 20 minutos) y un poco de estragón.
Espero que os guste.
